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Peajes y «otros Peajes».

 

A falta de polémicas por las decisiones de la pandemia, la disponibilidad de vacunas, encuestas demoscópicas… el VAR en el final futbolero de liga y demás, llega el Plan de Recuperación y nos apunta la introducción de un peaje en la red de autovías para garantizar los recursos necesarios para el mantenimiento de las carreteras.

Opiniones para todos los gustos, más en contra que a favor. Polémica servida.

El Comisariado Europeo del Automóvil, con su Fundación CEA a través de Rafael Fernández-Chillón y RACE con Antonio Lucas como mayor experto se posicionan en contra de esta medida, entre otros.

DGT y PONS Seguridad Vial a favor, poniendo La Asociación Española de la Carretera (AEC) modelos de pago y soluciones de implementación.

En definitiva, algo muy complejo, no sólo por las implicaciones que tiene a nivel impositivo (tasas e impuestos), sino por la propia aplicación práctica y operativa de este tipo de medidas.

No os voy a dar opiniones concretas que podéis ver en el siguiente enlace: https://motor.elpais.com/actualidad/kilometros-gratis-autovias-de-pago/

Por mi parte apuntar cuestiones paralelas a la opinión más mediática, como de costumbre, para reflexionar.

El pago por uso en el seguro

El denominado “pago por uso”, término que vamos a escuchar mucho a partir de ahora, tiene en su origen un punto de equilibrio y equidad que lo legitima. Pero si acudimos al mundo del seguro, el de automóviles ya que estamos en tema de uso de infraestructuras viales, su implementación está siendo muy complicada.

Hace muchos años Mapfre sacó el “pay as you drive” con su Icard y la verdad es que no ha dado para mucho. La tecnología existe para implantarlo pero cuando estamos tratando de seguro, hay que entender muy bien el concepto de subsidio. Si realmente quiero pagar por lo que gasto, posiblemente no hablaríamos de seguro…tampoco de seguridad social y tantos otros servicios públicos progresivos.

Quien contamina paga

Se trata de un principio jurídico aplicado a los generadores de perjuicios medioambientales. Aplicado al uso de las carreteras sería lo siguiente: quien usa o gasta paga.

¿Quien contamina más?, ¿el que más kilómetros realiza o el que más emisiones genera? Lo segundo, y esto lo medimos mejor con el gasto en combustible. Con el impuesto de los hidrocarburos se supone que se paga, o se debería pagar, por contaminar.

Y con las carreteras, ¿quién gasta más? Parece lógico que el que más kilómetros realice, no parece que la forma de conducir pueda influir mucho. El tamaño del vehículo es también clave: el peso y tamaño. Esta es la lógica del gobierno. ¿Será aplicable también a las vías urbanas y travesías?

Seguridad jurídica

Y del punto anterior tenemos otra reflexión. ¿Que va a ocurrir con la elección que ahora hacemos sobre un vehículo? Hace quince o diez años las personas que compraron un vehículo no sabían, nadie les informó, que no podrían aparcar en centros urbanos en determinadas ciudades. Mi cuñado tiene muy limitada su movilidad en la ciudad por este motivo;  ya sabéis que un cuñado opinando puede ser muy insistente 😜. Creo que lleva razón.

Doble imposición

Tenemos más de 26.000 kilómetros en las 392 carreteras del Estado, de los que 11.500 corresponden a autopistas y autovías. Más del 40%, pero atiendan que por la acumulación de carriles e infraestructura añadida de la vía se pueden llevar más del 80% de los costes de mantenimiento y construcción.

Si van a ser los peajes o el pago por uso el que mantenga todo o parte de cerca de la mitad de los kilómetros, es posible que haya alguna partida presupuestaria que se quede a cero, partida que estará saliendo de lo mucho que se recauda por la circulación de los vehículos, no solo de la adquisición y propiedad de vehículos.

Si se explica bien la medida es posible que el ciudadano pueda entender la propuesta como más redistributiva e incluso les permita organizarse mejor sobre el uso y la propiedad del vehículo, al modo en lo que podemos hacer con el consumo de electricidad en las casas (también de actualidad con la nueva propuesta de tarifas por tramos horarios).

Pero no debería ser un añadido a los actuales (cifra de 2019) más de dos mil millones de euros que los contribuyentes ingresamos en las arcas públicas, estén más o menos directamente relacionados con la automoción, el transporte y los servicios de movilidad.

 

 

Y por último, y a la vez lo primero, la seguridad

Mucho se está hablando de la deriva hacia la vía convencional si las vías de alta ocupación cuentan con un coste añadido para el usuario.

En las carreteras convencionales se producen cuatro veces más de consecuencias fatales que en las autopistas y autovías. ¿Son más seguras?, si. ¿Por estar mejor mantenidas?, no. Es una cuestión de riesgos de circulación.

El concepto carretera 2+1, que vendría a remediar buena parte de las maniobras más peligrosas que originan las colisiones frontales (adelantamiento e invasiones de vía por distracciones o somnolencia), es una solución que parece muy evidente y que posiblemente sí necesite de presupuestos añadidos. Para evitar fallecimientos, buen destino de la recaudación.

Este tema de los peajes es muy polémico. Gustoso de atender dudas u opiniones encontradas.

Fernando Cisneros Alejandro

 

 

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