Un breve comentario sobre el balance de siniestralidad de esta pasada Semana Santa , en el que trató de comunicar que no existe, ni mejora ni empeoramiento, al considerar una estabilidad en las cifras y resultados desde el año 2014.
El tener datos arriba o abajo, según periodo y momento, responde más bien a la volatilidad que a los propios factores de riesgo, los cuales permanecen estables, sobre todo en carreteras convencionales, las de un único carril para casa sentido. Este 2023 han fallecido 34 personas, frente a las 27 del año pasado, cifra mínima de los últimos años y repetida en 2017 y 2019.
El máximo de la última década lo tuvimos en 2016 con 41 fallecimientos. Se han incrementado ligeramente los desplazamientos respecto años anteriores, teniendo el máximo histórico, casi 16 millones 6 medio de viajes.
Las casuísticas por tipo de siniestro, vehículos utilizados, posición del fallecido, comunidad autónoma y tipo de vía, sigue siendo similar, cambiando el sesgo entre balances por la repetida volatilidad, incrementada por la menor muestra de este balance que corresponde a 11 días del año, aunque con muchos desplazamientos.
Toca seguir insistiendo y trabajando, no dejándose llevar por conclusiones que no se basen en un análisis de mayor profundidad, para no llevarnos a equívocos. Lo que es evidente es que no hay mejora y los objetivos asociados a la Agenda 2030 están muy lejos.
El siniestro de Xove no es más que un ejemplo de la dramática situación que vivimos en relación a la concienciación. El sistema seguro que buscamos para evitar estas situaciones no está funcionando.
Esperemos que en algún momento tengamos otro punto de inflexión realmente relevante que reduzca notablemente la siniestralidad.
Dejo el enlace con los datos de la DGT para consultas.
Feliz Semana
