La polémica: olas de calor y siniestralidad vial
Estas semanas de elevadas temperaturas están teniendo su vertiente polémica con las declaraciones del director de la DGT sobre el impacto de la ola de calor en el repunte de cifras de siniestralidad del pasado mes de julio.
En realidad lo que aseveraba Pere Navarro es la relación entre el aumento de fallecimientos por la ola de calor, principalmente en personas mayores e inmunodeprimidos, supongo, con el aumento de muertes en carretera el pasado mes de julio. Se trata de un hecho, un dato más. La polémica viene si se determina el dato como justificación única de la desviación negativa en fallecimientos.
Contamos con registros desde 1960 y 1961 para tráfico y temperaturas respectivamente; un dato incontestable es que mientras la temperatura aumenta la siniestralidad decrece. Fijaros en la siguiente gráfica:
Vemos dos tendencias muy distintas desde los años noventa. Sin duda la analítica de datos argumenta mucho más que la mera constancia inicial de una conexión. Mientras la siniestralidad vial se incrementó hasta el máximo en 1989 para luego decrecer, la temperatura mantiene una tendencia constante de incremento de largo plazo con fluctuaciones.
1978, 1995 y 2015 fueron años de altas temperaturas máximas, no necesariamente las medias anuales, y sin embargo no podemos interpretar datos de siniestralidad en base a ello. Es prácticamente imposible relacionar días de mayor temperatura con la siniestralidad en visa interurbanas, al igual que periodos o días de altas precipitaciones, aun sabiendo que carreteras mojadas son más peligrosas.
Lo mas determinante, y obvio, son los niveles de desplazamiento: más kilómetros recorridos y más trayectos implica mayor riesgo.
Los calores de 2022 y la volatilidad de cifras
El año 2022 no está siendo bueno en cifras de siniestralidad interurbana (carreteras convencionales y autovías), y esto está pasando en los meses de calor y en el invierno.
La evolución mensual de la cifras varía de un mes a otro y respecto del mismo mes de otros años. Desde mi prisma, la variable del calor es una más dentro de los múltiples aspectos de la conducción, pero no explica nada por sí sola ni soporta con otros indicadores la dinámica que venimos teniendo.
Por ejemplo, junio de 2022 tuvo menos fallecimientos que el mismo mes de 2021 (un 17% menos); y también hemos tenido calor. Y en los primeros días de agosto, con unas temperaturas elevadísimas, llevamos una cuarta parte de fallecimientos menos que en el mes de agosto de 2021 y 2019: 29 respecto de los 36 y 39 a 11 de agosto de los años indicados.
(las cifras naranjas son una proyección en base a las cifras hasta 11 de agosto).
Toca analizar los datos
Recordad que hablamos del ámbito interurbano, todavía no conocemos la siniestralidad en las calles de ciudades y localidades, que suele tener la siguiente relación: por cada dos fallecidos en carretera tenemos uno en ciudades, mayoritariamente vulnerables.
Creo que nos falta mucha más analítica para conocer los verdaderos factores de riesgo. Por mi experiencia en lo que conocemos como siniestralidad leve, las colisiones entre vehículos que generan daños materiales, es muy importante tener datos muy bien estructurados y con estrategia de análisis en la captura de los mismos.
Distancia de seguridad y respeto a las señalizaciones, más que la propia velocidad, son muy determinantes. La colisión por alcance y en intersecciones y glorietas son muy frecuentes. Obviamente más en ciudad que en carretera, donde la intersección es menos frecuente, aunque grave en sus consecuencias.
Hay un factor muy común en ambos entornos: las distracciones. Se trata la distracción de un cajón de sastre donde influyen muchos aspectos, y el calor puede ayudar a distraernos o a sufrir cansancio y disminución de las capacidades físicas, pero el principal detonante y líder en este factor (la distracción) son los móviles y la permanente conectividad social. Es algo que puede ser el diferencial respecto de la tendencia de mejora que hasta 2014 teníamos.
Y desde mi punto de vista otro factor importantísimo: la fiscalización. Sí, las multas; la ley por puntos de 2005 proporcionó unos réditos que, como suelo decir, por “fatiga de materiales”, han dado su maximo. Ahora toca seguir en esa línea, la quetoca los bolsillos, pero de forma dirigida a los factores reales de riesgo. Las multas son mayoritariamente por velocidades, habiendo muchas otras infracciones: móviles, cinturón, alcohol y distancia que deberían perseguirse de forma continua, no en meras campañas.
Conclusión
En definitiva, no digo que el calor no afecte, y el frío, pero no es determinante. Como viene siendo habitual ponemos sobre la mesa la sensibilización (campañas de la DGT, por ejemplo), la concienciación con asociaciones de víctimas, la importancia de la formación, con el estilete de la prevención de riesgos laborales, la aportación de la tecnología (ADAS), la renovación el parque de vehículos (muy antiguo y de poco uso en su mayoría), las nuevas formas de movilidad sostenible, segura y conectada, como dice el propio director de tráfico, pero echo en falta estrategia en la fiscalización y la persecución de la violencia vial, así como una mayor capacidad de análisis y puesta en común de variables de riesgo con la gran cantidad de datos que administraciones e industria de la movilidad poseen; por ejemplo, de los menos de 2.000 siniestros que la DGT investiga, la industria aseguradora cuenta con más de 175.000 donde al menos se producen lesiones, mayoritariamente leves, pero que informan de la variable de riesgo.
Mi impresión es que el impacto de las redes sociales mezclado con hábitos de conducción son determinantes, además de la evidente delincuencia vial y el cambio en la percepción del riesgo que pueden tener los conductores con la creencia de mayor seguridad de los vehículos.
En definitiva, sigamos con la tendencia de reducir siniestros con acierto en los diagnósticos, porque si fuera por el calor, me temo que tocarán años duros, el calor viene para quedarse. A veces echar la vista atrás puede ser bueno; en nuestro caso para ver lo mucho que se logró desde los años noventa hasta hace apenas un lustro.
Buen fin de semana largo. Y cuidado con la operación salida y retorno.